Reparto agrario cuajó en Sinaloa 30 años después de la Revolución

El reparto agrario, que fue una de las principales banderas de la Revolución Mexicana, cristalizó en Sinaloa realmente hasta finales de la época de los 40’s, bajo el régimen del presidente Lázaro Cárdenas, no sin muchos sinsabores, señalaron historiadores locales.
Ello al participar en la segunda mesa “El Plan de Ayala y el Agrarismo de la Revolución”, del Coloquio Conmemorativo de la Revolución Mexicana que organizaron conjuntamente el Congreso del Estado y el Colegio de Historiadores de Sinaloa.
El coloquio se dio en el marco del 108 aniversario del Plan de Ayala, símbolo del agrarismo en México, y con el respaldo del Instituto de Investigaciones Parlamentarias del Congreso del Estado, que dirige Sonia Escalante López.
Como ponentes participaron el presidente del Colegio de Historiadores de Sinaloa, Saúl Armando Alarcón Amézquita, Matías Irán Lazcano Armienta, Modesto Aguilar Alvarado y Rafael Santos Cenobio. Mabel Valencia Sánchez, estuvo como moderadora.
Todos ellos resaltaron que una vez concluida la Revolución Mexicano, y con Venustiano Carranza como presidente de México, uno de los principales actores de la gesta heroica, se pensó que se atendería rápido el reparto agrario.
Sin embargo, ubicaron a Venustiano Carranza más cerca de los terratenientes y latifundistas que concentraban en sus manos la mayor cantidad de tierras, que de los campesinos que se levantaron en armas con Emiliano Zapata a la cabeza.
De igual manera resaltaron que los presidentes que siguieron, Álvaro Obregón, Emilio Portes Gil, y así hasta antes de llegar a Lázaro Cárdenas, el reparto agrario se dio a cuentagotas, pero con este último se dio el reparto masivo.
Con cifras, Modesto Angulo resumió que 1920 a 1940 se repartieron en Sinaloa 695 mil 832 hectáreas, de las cuales tan sólo Lázaro Cárdenas entregó poco más de 555 mil hectáreas.
El presidente del Colegio de Historiadores de Sinaloa, Saúl Amézquita, agradeció al Congreso del Estado que a través de la Comisión de Educación Pública y Cultura, que preside la diputada Flor Emilia Guerra Mena, haya permitido realizar este coloquio.